A partir de entonces, lijar con lijas de mano o de velcro para piedra. A continuación, aumentar progresivamente el grano de la lija dependiendo del pulido que queramos alcanzar. Cuando hemos acabado el pulido, podemos dar un acabado final de brillo aplicando potea , un disco de fieltro o una cera y repasar con un disco de fieltro o tela.
